"EL BOSQUE SEDIENTO" DE CARLOS BEDOYA               

 

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El Bosque Sediento es el libro publicado por la editorial Nadasterio el pasado mes de septiembre en la ciudad de Medellín. Este texto, ilustrado por Miriam Cotes Benítez representa un sentido surrealista algo “naive”, aunque sereno por su sencillez y franqueza.

Aquí su autor, el poeta, ensayista y traductor Carlos Bedoya Correa, nos presenta un diálogo arqueológico de su propia poesía tan impredecible e incierta como lo es su carácter, y en donde nos construye cierto conjunto de imágenes en sentido hermético-magnético, (si se me permite la expresión). Su autor domina ese “Vértigo” que le acompaña en su mística, su noche, su luna, o la locura estrafalaria, cual maquinaria de símbolos en su poética.

“BUNKER

Aquí al lado mío

Sobre una losa de concreto.

Voces de un ahora amargo

Me recuerdan al sangrar

Que alguien anda vivo” 

Es en esta reflexión de memoria viva, su propuesta se instala entre lo singular y la capacidad de recrear un estilo en metamorfosis que logra contactar al otro, pero sin destruirlo. Creo, ese es el poder y la riqueza que el poeta Carlos Bedoya sabe suscitar. 

 Leer sus “HARAKIRIS” proyectados en ocho glosas, es vivir y salir a caminar en otros “bosques sedientos” como el título del libro. Allí plasma su poética en otras visiones del yo, que nos ayuda a salir de nosotros, experimentar el otro, lo otro, en otros mundos, en otros seres.

Su libro es una suerte de alusión onírica e indirecta que vincula el corazón humano gobernado por la pulsión, y el lenguaje invisible de la belleza. 

 

Coda.

Llama la atención en este poemario, sus preámbulos de cabecera o colofón, acompañados por pasajes poéticos de celebres y renombrados autores como Ezra Pound, Henri Michaux, Paul Celan, Lord Byron, Enrique Molina, Juan Carlos Onetti, entre otros.

Fabio Ciro.

 

LECTURAS VAIRAS.